lunes, 15 de abril de 2013

[Nutrición] ¿Una cerveza después de entrenar?


Poco a poco se destierra el mito de la barriga cervecera y es que esta bebida fermentada de más de 5.000 años de antigüedad (al menos las primeras de la “familia”) es una bebida natural y con bajo contenido en calorías (aprox. 42 Kcal. por 100 ml. O dicho de otra manera una lata, media o tercio unas 150 Kcal). El contenido de calorías de una cerveza es menos que un vaso de jugo de manzana, leche o un refresco. Además funciona como diurético, porque es rica en potasio y baja en sodio, lo que ayuda a limpiar el organismo).

Tiene -relativamente- bajo grado de alcohol, y no contiene grasas ni azúcares y sí una cantidad importante de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas. 

Respecto al alcohol y lo recomendado de su ingesta Alejandro Sanz, médico del Servicio de Endocronología y Nutrición del Hospital Miguel Servet de Zaragoza recomienda una o dos cervezas al día en el caso de cervezas con alcohol; mientras que a las personas que estén en tratamiento dietético se les recomienda calmar previamente su sed con una bebida no calórica, como agua o infusión, y sustituirla por cervezas sin alcohol ya que éstas tienen menos índice calórico.

Pero es que además la cerveza está compuesta de lúpulo, este ingrediente esencial de la cerveza proporciona estabilidad antibacteriana y funciona como conservante natural. Además, se ha demostrado que el principal constituyente de los ácidos del lúpulo, la humulona, inhibe la resorción ósea, lo que indica una elevada actividad frente a la osteoporosis y posee una pronunciada actividad antiinflamatoria. La humolona inhibe además la angiogénesis, es decir, reduce la formación de nuevos vasos sanguíneos, proceso clave en la proliferación de tumores.
Además es muy importante para prevenir las enfermedades cardiovasculares o el envejecimiento por la presencia de polifenoles. La presencia de estos constituyentes otorgan a esta bebida una capacidad antioxidante equivalente a la del vino.

Otros elementos que encontramos en la cerveza son:

Minerales y elementos trazas: La cerveza contiene más de 30 minerales, la mayoría de éstos se originan en la cebada malteada. Un litro de cerveza satisface casi la mitad de las necesidades diarias de magnesio de un adulto, y un 40% y 20% respectivamente de las necesidades diarias de fósforo y potasio.
Al ser baja en calcio y rica en magnesio, tiene valores preventivos contra todo tipo de enfermedades del corazón y contra la formación de cálculos y piedras en las vías urinarias.
La cerveza también contiene ácido fólico, auxiliar en la prevención de la anemia.

Vitaminas: contiene todas las vitaminas importantes del grupo B, además de las vitaminas A, D y E. Por ejemplo, con un litro de cerveza se cubre el 35% de la necesidad diaria de Vitamina B6, el 20% de la de B2 y el 65% de la de niacina.

Gas carbónico: La cerveza contiene aproximadamente 0,5 g de CO2 por 100 g. de cerveza.El gas carbónico favorece la circulación sanguínea de la membrana mucosa bucal, promueve la salivación, estimula la formación de ácido en el estómago y acelera el vaciado de estómago, todo ello favorable para una buena digestión.

Además, amigo-a deportista, ¿sabías que beber cerveza después de hacer deporte facilita la recuperación de los músculos con agujetas o que muestran síntomas de fatiga gracias a su efecto antioxidante, según ha dicho el profesor de Fisiología del Ejercicio INEFC de Medicina de la Universidad de Barcelona Joan Ramón Barbany? Pero eso sí, mejor sin alcohol ya que éste podría dificultar la recuperación si hacemos caso a lo dicho por el doctor Pedro Manonelles.
Sea como fuere, todo con moderación

Fuentes consultadas:

FOTO:
directoalamesa.com

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